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  • 13th May 2022

Reduciendo el abandono de las víctimas en los procesos penales en Chile

Las ciencias del comportamiento muestran ser prometedoras para apoyar a las sobrevivientes de violencia intrafamiliar

Los procesos penales envían mensajes poderosos. Le dicen a la sociedad qué comportamientos son aceptables, y cuáles no, y contribuyen a fortalecer el Estado de derecho.

En 2019, una de cada cuatro mujeres en Chile experimentó violencia de intrafamiliar o VIF (el término legal empleado en Chile). Pocas mujeres emprenden acciones legales contra su agresor, y la mayoría de quiénes denuncian lo hace tras haber sufrido violencia por un periodo muy prolongado.  

Incluso después de presentar una denuncia, el proceso es difícil. De entre quienes denuncian, un tercio abandona antes de que el caso haya concluido. Esto puede ser arriesgado para las víctimas (en este caso, usamos «víctima» en lugar de «sobreviviente» porque es el término legal para las personas que presentan una denuncia de violencia intrafamiliar). Cuando abandonan el caso, ya no se aplican las medidas de protección ordenadas por el tribunal, lo que puede exponerles a represalias y otras formas de abuso.

Un enfoque de ciencias del comportamiento tiene el potencial de aumentar la cantidad de víctimas que completan los procesos penales y contribuir al enjuiciamiento efectivo de los casos de violencia intrafamiliar. Esto, a su vez, puede ayudar a cambiar las normas sociales en torno a la violencia y proteger a las sobrevivientes.

Aplicación de las ciencias del comportamentales al desistimiento de las víctimas

Tras identificar este desafío, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Chile desarrolló la teoría de que un apoyo más cercano a las víctimas, a través de acompañamiento telefónico adicional en el proceso, podría reducir las tasas de abandono. El PNUD, a través de un proyecto que recibió el apoyo del Gobierno de Dinamarca, decidió explorar la incorporación de principios de las ciencias del comportamiento en el diseño de este nuevo protocolo para garantizar que fuera efectivo. Para ello, optaron por asociarse con el Behavioral Insights Team (BIT) y la recientemente creada Fiscalía de Género y Violencia Intra-Familiar de la Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte de Santiago.

El PNUD sentó las bases para el proyecto al entrevistar a las víctimas para comprender sus experiencias en el sistema judicial. Las víctimas se enfrentan a múltiples barreras en el proceso, incluido el tiempo que lleva completar un caso de violencia intrafamiliar (los procedimientos pueden durar meses), el aislamiento (es posible que las víctimas no reciban una actualización durante períodos prolongados) y la incertidumbre sobre qué esperar. Juntos, BIT y PNUD también entrevistamos a fiscales y a mujeres que habían logrado completar su proceso para identificar los factores que les habían ayudado, y para tener distintas perspectivas del actual proceso penal en Santiago.

Para complementar este conocimiento de primera mano, revisamos la literatura académica relevante para comprender qué factores de comportamiento pueden estar influyendo negativamente en los resultados del proceso penal para las víctimas e identificar estrategias basadas en evidencia para abordarlos. Durante un taller de varios días con nuestros socios del PNUD y personal de la Fiscalía, co-creamos una intervención informada por las ciencias del comportamiento para abordar estas barreras.

La intervención: llamadas telefónicas y mensajes de texto SMS

Diseñamos un ensayo controlado aleatorizado para evaluar si las llamadas telefónicas de recordatorio y los mensajes de texto enviados a las víctimas en momentos clave a lo largo de sus procesos penales reducirían las tasas de desistimiento.

Entre octubre de 2019 y noviembre de 2020, las mujeres que presentaron una denuncia de violencia intrafamiliar en la Fiscalía Regional Centro Norte de Santiago fueron asignadas aleatoriamente a un grupo de tratamiento o de control con el propósito de poder compararlos. El grupo de tratamiento recibió una llamada o un mensaje de texto en estos puntos del proceso:

  •   Después de presentar la denuncia
  •   Antes de cada audiencia
  •   Antes del juicio
  •   Después del veredicto

Incluimos recordatorios e información importantes en estos mensajes, incluidos detalles sobre las medidas de protección y los servicios disponibles a través del Centro de la Mujer, un programa local para sobrevivientes. El PNUD contrató a una abogada y una psicóloga para dar apoyo a las víctimas, quienes enviaron los mensajes de texto y realizaron las llamadas desde la Fiscalía durante el período de implementación.  

Los principios de las ciencias del comportamiento informaron el momento y el flujo de los mensajes, así como el contenido, cuyo objetivo era abordar las barreras identificadas en las entrevistas y la revisión de la literatura. El grupo de control experimentó el típico proceso penal, con la excepción de una llamada telefónica adicional para obtener su consentimiento para participar en el estudio.

Los resultados: reducción del desistimiento y aumento de la judicialización 

 

 

 

 

 

 

Hallamos que las llamadas telefónicas y los mensajes de texto SMS redujeron la tasa de desistimiento de las víctimas en aproximadamente 12 puntos porcentuales o un 30 %. No solo más mujeres dieron seguimiento a sus casos, también encontramos que la Fiscalía judicializó la causa en un 16 % más de casos en el grupo de tratamiento y la proporción de casos archivados provisionalmente disminuyó en un 43 %. 

También analizamos otros resultados exploratorios, como la probabilidad de que el o la fiscal decida no perseverar y las tasas de sentencias condenatorias. Las tendencias en algunos casos fueron alentadoras, sin embargo, no podemos estar seguros de los efectos porque no fueron estadísticamente significativos.

Pandemia y desafíos sociopolíticos

Enfrentamos muchos desafíos durante la implementación que afectaron la evaluación. El tamaño de la muestra no fue tan grande como habíamos planeado. Nuestro objetivo era incluir  al menos 700 víctimas en la investigación. Pero debido a la pandemia y la crisis sociopolítica que vivía Chile en ese momento, llegamos a un total de 449 víctimas. 

De ese grupo, 263 causas llegaron a término o se completaron durante el período de implementación. Esto quiere decir que no todas las víctimas recibieron el mismo nivel de apoyo. Las víctimas en las causas que no habían concluido en noviembre de 2020 no recibieron apoyo telefónico durante todo el proceso penal. Debido a estos factores limitantes, nuestros resultados, aunque prometedores, deben interpretarse con cautela.

Qué sigue

La respuesta legal penal a la violencia intrafamiliar es un área compleja. Enjuiciar estos casos de manera justa y eficiente mientras se minimiza la revictimización es un desafío, no sólo en Chile, sino en todo el mundo. Además de nuestro trabajo con el PNUD en Chile, los equipos de BIT han desarrollado intervenciones para incrementar la asistencia a los tribunales e involucrar mejor a las víctimas y los acusados en Inglaterra y Nueva Zelanda.

Buscamos realizar más investigaciones para concluir si las llamadas telefónicas y los mensajes de texto recordatorios reducen el desistimiento de las víctimas. Esperamos evaluar la intervención con un tamaño de muestra más grande, idealmente a nivel nacional en Chile. También esperamos identificar oportunidades para replicar este ensayo en otros países que enfrentan desafíos similares.

Si desea obtener más información sobre nuestro trabajo con el PNUD Chile o explorar la posibilidad de trabajar con nosotros en América Latina y el Caribe, por favor contáctenos aquí.

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