En 2018, visitamos escuelas secundarias en Guatemala con nuestros excelentes socios en el Ministerio de Educación de Guatemala (MINEDUC). Tratábamos de entender por qué solamente el 32 % de los estudiantes de secundaria aprueban el examen nacional estandarizado de comprensión de lectura y solo el 10 % aprueban el examen de matemáticas. Al hablar con directores, maestros y estudiantes, nos dimos cuenta de que los directores apenas reciben capacitación y, a su vez, a menudo no brindan administración y apoyo a sus maestros. Esto se traduce en grandes diferencias en la gestión y la calidad de la enseñanza entre las escuelas.
A partir de estos primeros encuentros, creímos que mejorar la calidad de la gestión escolar podría incrementar posteriormente la calidad de la educación en esas escuelas. Debido a las limitaciones presupuestarias del Ministerio, decidimos probar una versión ligera y de bajo costo de las intervenciones de capacitación en gestión escolar evaluadas por Roland Fryer. La idea era tomar los componentes principales de la intervención de Fryer y convertirlos en simples «reglas generales» para los directores. La guía incluyó recomendaciones sobre la frecuencia con la que los directores deben realizar reuniones de planificación de lecciones con los maestros, con 6 sugerencias específicas de qué hacer en ellas; y con qué frecuencia los directores deben observar a los maestros en las aulas, con 5 consejos sobre qué observar (consulte la guía completa aquí).
Junto con el MINEDUC, desarrollamos una capacitación de medio día para directores, un cartel con las reglas generales, una lista de verificación de implementación para ayudarlos a planificar sus nuevas prácticas de gestión y una carta de apoyo de Óscar Hugo López, el Ministro de Educación, con el fin de formalizar y dar seriedad a la orientación.
Después de algunos prototipos y pruebas piloto de la intervención, con comentarios positivos y constructivos de los directores, llevamos a cabo una prueba en la que participaron casi todos los directores de escuelas secundarias de Guatemala. 4124 escuelas secundarias y 2892 directores (algunos de los cuales supervisan varias escuelas) participaron en la prueba, y aproximadamente la mitad de los directores fueron asignados al azar para recibir la nueva capacitación y materiales que desarrollamos con MINEDUC.
Para medir las prácticas de gestión escolar, encuestamos a los docentes de cada escuela al final del año escolar sobre las prácticas en su escuela y el comportamiento de sus directores.
Qué encontramos
La intervención de capacitación de «reglas generales» incrementó la frecuencia y la calidad de las prácticas de gestión escolar por parte de los directores en una amplia gama de indicadores. Los maestros que estaban en escuelas en el grupo de tratamiento informaron más sesiones de planificación y observaciones de clase realizadas por sus directores. También era más probable que a estos profesores se les hablara sobre la enseñanza, se les ayudara a establecer los objetivos de la clase, adaptaran su enseñanza al nivel de los estudiantes y brindaran apoyo a los estudiantes con dificultades. La satisfacción laboral de los docentes involucrados en la intervención también incrementó durante el período de prueba. Sin embargo, si bien la intervención cambió de forma apreciable el comportamiento de miles de directores, no se tradujo en un impacto en los logros de los estudiantes en matemáticas o lectura.
En general, los resultados son muy prometedores. Nuestra ligera intervención, tuvo una variedad de resultados positivos en la gestión por parte de los directores. Sin embargo, también señalan los inconvenientes de un enfoque tan «ligero», dado que el rendimiento de los estudiantes no se vio afectado en el año que evaluamos. Creemos que las simples «reglas empíricas» tienen el potencial de mejorar la gestión escolar y la educación en otros países. Sin embargo, también recomendaríamos agregar más apoyo de gestión para los directores mismos en futuras aplicaciones de este enfoque. De la misma manera que funciona la intervención, los propios directores probablemente se beneficiarían de más sesiones de planificación, observación y retroalimentación de los funcionarios del Ministerio. Esperamos que este blog pueda inspirar a alguien a probar un programa de este tipo.
